- Largo: 750 metros
- Ancho: 43 metros
- Tipo: Playa de arena
- Acceso: Fácil
- Aparcamiento: Sí
- Autobús: Sí
- Aseos: Sí
- Duchas o lavapiés: Sí
- Papeleras: Sí
- Alquiler de hamacas y sombrillas: Sí
La Playa de El Médano es la playa principal del pueblo, ubicada justo en frente de la plaza central.
La playa es muy popular tanto entre los turistas como la gente local, que la eligen como lugar favorito para disfrutar de un día de sol y playa.
La playa de El Médano, la favorita de turistas y locales
La arena fina y suave se extiende a lo largo de la costa, y el agua clara invita a sumergirse en ella.
La playa de El Médano está catalogada con la Bandera Azul, otorgada por la Fundación Europea de Educación Ambiental, lo que significa que cumple con los estándares de calidad y limpieza.
Además cuenta con todos los servicios básicos, como baños, duchas y socorristas, lo que permite a los visitantes disfrutar de un día de playa sin preocupaciones.
Un lugar para disfrutar de la belleza natural y la tranquilidad del mar sin salir del pueblo.
Fiestas y eventos en la Playa de El Médano
Las fiestas y eventos populares del pueblo se suelen celebrar en la plaza central, que está prácticamente unida a la playa de El Médano.
Un ejemplo es la famosa Romería Barquera en Honor a Nuestra Señora de Las Mercedes, que se celebra el mes de septiembre.
La gente se reúne para acompañar a la patrona Nuestra Señora de Las Mercedes en su camino hasta la playa, donde se celebra un emocionante embarque en honor a la patrona.
Otro famoso evento es el Triatlón Olímpico de El Médano, una competición deportiva que consiste en completar una serie de tres eventos consecutivos: natación, ciclismo y carrera a pie.
Los triatletas tienen que nadar una distancia de 1.500 metros, saliendo de la Playa de El Médano, seguida de una ruta en bicicleta de 40 kilómetros y una carrera a pie de 10 kilómetros. ¡Todo sin descansar!. ¿Te atreverías?
Las escaleras del Hotel Médano
El Hotel Médano tiene unas escaleras que bajan directamente al mar para darte un baño en la playa de El Médano sin siquiera salir a la calle.
Algo que hoy en día sería impensable por la ley de costas, pero que en aquel entonces era posible y todavía perdura para alegría de sus huéspedes.